miércoles, 23 de marzo de 2016

Contigo soy volcán

Contigo soy volcán




(Si al menos tuviese un boli y un papel )
(para escribir este poema,)
(que te escribo, que te pienso ahora )
(y a todas horas,)
(con pensamientos esquivos )
(y emociones endórficas.)
(Sobretodo cuando te miro, )
(reparo en tus labios y te beso.)

(Esa sensación )
(no puede recitarse en versos,)
(pero me acerco a tu oído )
(y susurrando te digo;)

/   Contigo,
/  soy volcán.
/  Tú el seísmo   
/  que me enciende\
/   y me hace temblar.\

MG

miércoles, 16 de marzo de 2016

Lo que el odio destruye, el amor lo construye

Lo que el odio destruye, 
el amor lo construye

El odio es la barrera que separa
al humano de la humanidad. 
Y para acercarte a la humanidad
lo único que tienes que hacer,
es dejar de odiar.

Odiamos cosas, lugares y personas
pero lo cierto es que no las odiamos.
Odiamos partes nuestras
que en el inconsciente albergamos
y que las proyectamos fuera.
Aunque ser conscientes de ello nos libera,
el odio tiene fuerza 
y por dentro nos envenena.

Es una fuerza con fieles seguidores,
drogadictos del tóxico veneno,
del odio y sus acciones.
Yonkis de la autodestrucción.



Pero lo que el odio destruye,
el amor lo construye.
No tengas miedo de amar,
de forma incondicional,
siempre y cuando sea 
con los ojos abiertos,
para conocer lo que amas,
o ser consciente, al menos,
de tu completa ignorancia.
Porque solo amas de verdad,
aquello que conoces.

Y que la sed de amor,
mueva montañas,
y que las ganas de conocer,
hagan al mundo crecer.

Y recuerda, 
que no hay fuerza más potente,
que todo lo que el odio destruye, 
el amor lo construye.


Y que en el fondo, 
todos estamos sedientos de amor.

MG

viernes, 11 de marzo de 2016

Déjate crecer las alas


Déjate crecer las alas 
oruga castrada


He guardado bajo llave 
cada uno de mis males
 para que no me perviertan 
ni me corrompan. 

Que queden enquistados 
en mis orgánicas entrañas, 
haciendo nudos en mi garganta 
y desvalijándome la voz.

Y haciendo nudos en mis nervios 
engendrando emociones amargas 
que retumban en mi cabeza 
tachándome de oruga castrada. 

De tanto repetírmelo, 
me lo acabo creyendo a conciencia, 
y me limito a ser oruga 
y no mariposa en potencia. 

Me condeno así a una no-vida;
renunciado a mi esencia
cortándome las alas, 
siendo una larva resignada.

Pero ... ¿Dónde está la llave 
de mi caja de Pandora? 
La fundieron los demonios 
con los que bailo ahora.

Acepta tus demonios y deja 
que la metamorfosis ocurra,
 para gozar del dulce néctar 
que ignorabas por ser oruga.


Que vuele alto esta locura

MG