Hay veces que la vida pasa tan deprisa ante tus ojos
que eres incapaz de distinguir figuras y colores,
eso es lo que nos está pasando.
Vamos jodidamente rápido a todas partes,
sin detenernos a apreciar la sonrisa
de una mujer que pide en la calle,
que sin tener nada te lo está dando todo.
O los ojos de un niño que brillan
por estar llenos de autenticidad y de entusiasmo
porque no conoce el mundo de adultos,
porque aún no le han cuadriculado la cabeza
para que piense, sienta y actúe
como otros esperan que lo haga.
Se nos ha olvidado sonreír
si no es delante de una cámara,
empeñándonos en demostrar a los demás
por encima de demostrarnos a nosotros mismos.
Se nos ha olvidado que tener mil amigos
no es ser más sociable, porque tener mil amigos
es más que improbable y lo que es probable
es que no conozcas a la mayoría.
Se nos ha olvidado vivir nuestra vida,
y no la de otros.
Que la vida pasa muy deprisa,
y merece la pena detenerse a mirar.
Siempre hay unos ojos fuera de una pantalla,
esperando que les devuelvas la mirada y les invites a un café.
"Oh qué atrevimiento, hablar con un desconocido"
Perdona, lo haces todos los días,
con un match un like o un share.
- mg.
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