Nunca quise ser funambulista hasta que me topé contigo
y tuve que hacer de tripas corazón para seguir andando por esta cuerda floja,
que de equilibrio nunca estuve escasa pero mirar al vacío asusta
y más desde estas alturas que te gastas,
que un paso en falso puede ser mortal
y por eso me rehúyo de puntillas y pies descalzos.
Todos los días pienso que me voy a acabar matando
pero aquí seguimos, avanzando centímetro a centímetro,
de mi crazón al tuyo,
de tu corazón al mío.
- mg.
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