domingo, 23 de abril de 2017

Los últimos rayos de sol


Te has bebido ese café como si fuera el último. 
Has posado la mirada en alguna parte lejos de aquí. 
Te he dejado ir mientras recorro las comisuras de tu boca, 
dibujándola en mi cabeza con fuego por si no vuelvo a verla.

Aun no has terciado media palabra, pero no hace falta que lo digas, 
puedo escuchar lo que tus ojos gritan.
Agarras la taza vacía y fría porque crees que tener algo entre las manos 
te dará el valor que te falta para mirarme a los ojos.

Ingenuo. 
Prefiero tus silencios a tus justificaciones, 
ya sabes que la cobardía me repatea las entrañas.

Tus manos se quedan quietas 
y veo que las palmas ya no custodian caricias con mi nombre.
Sonrío.

Los rayos de sol calientan a pesar de ser media tarde, 
huele a primavera en el aire, no le debes nada a nadie.
Me levanto, te beso la mejilla y me escabullo del barullo.

El cielo está precioso, no necesito más consuelo 
y es que los últimos rayos de sol son como una caricia.


 - mg.

No hay comentarios:

Publicar un comentario