sábado, 9 de junio de 2018

A tomar por culo



Tengo una teoría y voy a contártela, seguramente te aterre la idea pero una vez que la abraces te sentirás libre. No hablo de esa libertad de sacar la cabeza por la ventanilla del coche una tarde de verano mientras se pone el sol y suena tu canción favorita en la radio.

Hablo del tipo de libertad que te hará valiente porque serás consciente de cual es para ti el sentido de estar vivo, pero recuerda, te va a dar miedo, pero es que la vida comienza una vez que das el salto.

Estás solo. Solo en el universo. No hay absolutamente nadie que piense, sienta y actúe igual que tú. No hay nadie que perciba la realidad en la forma en la que tú lo haces y precisamente esto es lo que te convierte en un ser único, irrepetible e irremplazable. No puedes negarte a ti mismo tu condición de ser único, de ser tú, tu maravilloso tú, tan auténtico y extraño que no puede replicarse.

Sin embargo, nos pasamos la vida negándonos a nosotros mismos porque irremediablemente tendríamos que aceptar nuestra soledad. Van de la mano, si eres único estás solo.

Si no aceptamos nuestra soledad no sólo no nos aceptamos a nosotros mismos, sino que nos diluimos, pasamos a formar parte de una masa de gente, de ruidos, de números. Pasamos a ser uno más. Pero la conciencia es fuerte y tenemos que hacer un esfuerzo constante para negarnos a nosotros mismos día tras día, entonces caemos en el consumo, en la banalidad, en lo superfluo, en colegueos que nos divierten, en relaciones que nos hacen dependientes por intereses de unos y de otros. Caemos en todo aquello que no nos hará libres jamás. 



Caemos en la trampa de los consejos, del "Yo que tú haría..." ¿Cómo que yo que tú? Tu no eres yo, ni jamás lo serás, mi vida no es tuya, mi vida es mía, deja de decirme cómo vivirla.
En la trampa de "Sé cómo te sientes" No lo sabes y jamás lo sabrás porque no experimentamos las emociones de la misma manera.

Sólo sabemos vivir una vida, la nuestra. Si no somos fieles a nosotros mismos estamos perdidos y necesitamos que otros nos digan cómo vivir. Acordamos socialmente lo que es bueno y malo y estamos constantemente calibrando si el paso que queremos dar será aceptado o no.

Hay una frase que me encanta y es maravillosa "A tomar por culo". Tiene un efecto directo en la condición de hacernos libres, de hacer lo que realmente queremos, lo que nos identifica con quienes somos sin importar las miradas de otros. La riqueza léxica de ésta frase produce un efecto mágico, añadas lo que añadas detrás te servirá de fundamento para, sin tener que caer en las justificaciones, poder ser simplemente tú.

Verás "A tomas por culo el trabajo" "A tomar por culo al imbécil éste" "A tomar por culo, una talla más" Y así, de golpe y porrazo te liberas de un trabajo que no te gusta, de una relación tóxica y comienzas a quererte y aceptar tu cuerpo tal y como es. Guau. Deberíamos utilizar el "a tomar por culo" más de vez en cuando.

Cuando a una persona le dicen que se va a morir, cuando es consciente de que va a experimentar el mayor grado de soledad que un humano pueda sentir, el irse solo y para siempre, abraza la idea de la soledad y empieza a vivir realmente. Es una lástima tener que estar moribundo para disfrutar de tu vida, decir lo que piensas y ser realmente tú.

Pero sobretodo es doloroso que las sociedades se autoesclavicen y creen la idea de grupo de lo que es correcto y lo que no lo es. El sentido común es el menos común de los sentidos. Y tendrás que ser consciente de ello si decides ser libre.



Te aseguro que merece la pena. Merece la pena la claridad de qué quieres hacer con tu vida porque es entonces cuando los esfuerzos y sacrificios no producen dolor sino motivación ante el reto. Es cuando las relaciones a lo largo de tu vida tienen un sentido de comprensión y crecimiento personal más cercanos a la idea del amor puro. Es cuando empiezas a entender que a pesar de estar solos podemos compartir experiencias y es con quien las compartes y cómo lo haces lo que marca la diferencia.

Es cuando te das cuenta de lo poco que necesitas para ser feliz, feliz en estado puro, feliz que rebosa la felicidad por tus poros.

Y es que la libertad nos sienta demasiado bien.

MG.

domingo, 6 de mayo de 2018

Donde reside la magia

Microcuento para aquellos a los que les pitan los oídos.

Era un sábado cualquiera. La noche cayó sobre la ciudad bulliciosa y las personas que vivían en ella se preparaban para no dormir, mañana por la mañana les pitarán los oídos. Es lo que les ocurre a los cerebros que no sueñan. 

El viento soplaba con fuerza y el aire olía a tormenta, tan deseada por mi como odiada por todos, todos aquellos que no quieren despeinarse. Pero a mi me gustaba mojarme.

Esa noche fue la que el viento se llevó la funda de mi almohada tendida en la terraza y con ella mis más terribles pesadillas. Pesadillas de ciudades con altos edificios que hacían sombra y no dejaban ver el cielo, ciudades con mareas de gente y orillas sin personas y naufragios varios de bar en bar.

Existen personas creativas en lugares como este solo necesitan magia. Magia para ver con sus propios ojos el mundo tal y como lo ven y no tal y como otros quieren que lo vean.

La magia reside ahí, tras las pupilas, en lo más profundo, en lo más oscuro para que nadie pueda verla. Pero a las personas que tienen magia les brillan los ojos y por eso sabemos que existe. Las personas a las que les brillan los ojos son capaces de cualquier cosa. Y cuando digo cualquier cosa me refiero a hacer algo que nunca nadie ha imaginado jamás que sería posible crear. Algo insólito. Pero para poder verlo tienes que mirar, mirar donde nadie más mira y mirar como nadie más mira, mirar sólo como tú sabes mirar. 



Y corretean por ahí los pobres desdichados, cada vez más rápido, cada vez más pequeños, afirmando con dogmatismo y necedad que la magia no existe. Quizá porque la han buscado y no la han hallado, quizá porque no saben que la magia reside en ellos, en sus pupilas y que sólo tienen que aprender a mirar con otros ojos. 

MG.

Activamos la economía y desconectamos la conciencia

El verdadero problema de envejecer 
no son las señales de los años en tu piel,
no son los huesos desgastados por correr,
ni las arrugas que se marcan en tu rostro.

El verdadero problema de envejecer
Es el deterioro de los sueños que alimentan nuestro espíritu,
es alejarnos año tras año del niño que un día fuimos,
es olvidar lo que queremos ser, lo que somos.

El verdadero problema de envejecer, 
es que nos rendimos. 
Porque los años pasan y pesan.
Porque los idealistas acaban de rodillas
de los sueños no se vive” dicen, 
pero al fin y al cabo es lo que nos hace sentir vivos. 


El verdadero problema de envejecer, 
es que nos lo creemos.
Nos creemos que la madurez acaba llegando con los años.
Y confundimos el deber con el saber estar,
y el saber estar con encajar en una sociedad mediocre.

El verdadero problema de envejecer,
es que nos volvemos dóciles, maleables, una pieza más en este engranaje.
Activamos la economia y desconectamos la conciencia,
¿A cambio de qué? A cambio de vivir los viernes

El verdadero problema de envejecer,
es que ya no se asocia al respeto porque ya no hay sabiduría,
El lugar al saber lo dejamos en el “debería pero no tengo tiempo".


El verdadero problema de envejecer 
es que el tiempo acaba, 
para ti, 
para mi para todos. 

MG.

martes, 27 de febrero de 2018

Que si tienes fuego o que si eres fuego

Que si tienes fuego, aunque el tabaco mate,
Que si eres fuego, aunque las ganas más.


Intentamos encender un mechero
y acabamos encendiendo otras cosas.

Tus manos rozaron las mías por accidente,
como la dinamita y los fuegos artificiales,
pero también como la CocaCola y el LSD.

MG.