martes, 5 de noviembre de 2019

Brazo a brazo

Sencillo, anatómico y universal.
De nuestro día a día un ritual.
La perfecta de la excusas 
para sentir y tocar.
Puede ser pesadilla 
u oasis de intimidad.
Tal vez cotidiano, 
extraordinario o vulgar.
Inegable que no hay uno igual.
Influyen en nuestra forma de pensar, 
gracias a ellos se puede interpretar 
lo que sentimos hacia otro mortal.


Existen los abrazos 
distantes y cercanos, 
los breves, los largos. 
Hundiendo la cabeza 
de lado a lado, 
mirando a los ojos 
o sin contacto. 
Juntando frentes,
entrelazando manos.

Existen los medios abrazos 
y los abrazos enteros. 
Existen tus brazos y los míos. 
Existen los nuestros.



Sentir un mundo 
en el latir de tu pecho, 
desaparecer de lo cotidiano 
para rozar lo perfecto.

MG

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