Quisiste beber más atardeceres
dejando que los últimos rayos de sol
acariciasen tu frente.
Pero te lo perdiste
porque el sol se puso
mientras tú veías Netflix.
Quisiste sentir algo crecer en tu pecho
y que embriagase tu mente,
una ilusión que diese sentido a tu existir
y que motivase tus acciones.
Pero te doblegaste
a la religión de nuestra época,
y en lugar de rezar o soñar,
contestas notificaciones.
Quisiste saber de tí
más allá del reflejo del espejo,
conocer en profundidad tus debilidades
y también tus virtudes
y trabajar por convertirte
en la mejor versión de ti mismo.
Pero ocupas tu tiempo
cediendo tus datos
a las grandes corporaciones
y son ellos quienes conocen tu talón de aquiles
y saben cómo enriquecerse
mientras tú te mermas como persona
pero consumes.
Quisiste comenzar un viaje en coche
y abrir la ventanilla
para dejar que el viento enredase tus cabellos
mientras te golpeaban los perfumes del paisaje
y la libertad tocaba techo en el cielo.
Pero has permitido que tu privacidad
y tu libertad estén en riesgo
sin haber sido consciente del precio.
Quisiste vivir en una nación justa
y llena de oportunidades,
en un planeta rico, diverso y limpio.
Pero tus acciones favorecen la aparición
de estados nacionalistas y totalitarios,
que enriquecen a unos pocos
destrozando nuestro único hogar.
Quisiste equivocarte y aprender de tus errores
para alcanzar el éxito
pero usas tu smartphone todo el tiempo
y te sobrestimulas de "información"
que consume tu atención.
Y tu atención es necesaria
para aprender cualquier aspecto de tu vida
y para regular lo que sientes,
tu felicidad incluida.
Quisiste enamorarte
para que tu cuerpo liberase endorfinas
y vieses el mundo teñido de rosa.
Pero has estado ocupado con las "Push notifications"
que liberan dopamina y adrenalina,
poco a poco y sin darte cuenta,
has cambiado la química de tu cerebro
y sientes ese ansia de que nada es suficiente.
¡Enhorabuena!
Te has convertido un consumidor obediente.
Quisiste el algún momento del final de tus días,
alcanzar o rozar la sabiduría.
Pero Google se convirtió
en la biblioteca más grande mundo
y todo cambió.
Desde la forma que accedemos al saber
y lo que es peor,
lo que consideramos cierto y lo que no.
MG.