jueves, 25 de febrero de 2016

Seamos personas exitosas


" Trabajar para ganar dinero me resulta una frase bastante contradictoria "

Soñamos con ser personas exitosas,
creemos tener claro qué es lo ansiamos,
luchamos, sudamos, y sin embargo fallamos,
porque en el fondo no es lo que buscamos.

Creemos que el futuro será mejor que hoy,
que trabajar para ganar dinero es lo que soy,
y no leemos entre líneas, ni entendemos lo que decimos,
porque trabajar para ganar dinero no tiene sentido;

Si trabajas, nada ganas, es todo más que merecido.



Pero es más bonito así, suena idílico, se podría decir,
porque enfocamos la vida buscando siempre ganar,
y nos mentimos pensando 
que hacer mucho dinero, nos hará salir ganando.

Qué equivocados estamos, 
más no es culpa del todo nuestra, 
si no de los vocablos que usamos,
que no entendemos el significado 
ni de las palabras que hablamos.




Trabajar para sentirse realizado, eso sí.
Cómo enfocarías tu vida, 
si de verdad quisieras ser feliz,
cuál sería tu trabajo ideal, 
si lo que buscas es sentir orgullo y felicidad.

¿Y qué es el éxito para ti?

Si buscas hacer dinero, habla así,
trabajas para hacer dinero, 
pero no para ganarlo, 
amigo, no te sigas engañando.

¿Y qué es el éxito para ti? 
¿De qué trabajarías si el dinero no fuese tu fin? 

¿Qué es lo que te haría, realmente, feliz?


MG

miércoles, 17 de febrero de 2016

Ruido

" Las largas cabelleras negras de las gitanas,el puente de Triana, el color del albero y el olor a naranja "

40 grados
ajetreo de gente que se mueve con prisas 
por todos lados.
Polvo,
los coches de caballos parados 
en los semáforos.
Ruido, 
las largas cabelleras negras 
de las gitanas,
el puente de Triana.
el color del albero 
y el olor a naranja.

Qué agobio, qué prisas,las llegadas a Sevilla.

Las calles están cortadas 
y los autobuses no pasan,
andando con la maleta 
me voy a casa.
Pasado el parque María Luisa, 
cojo la calle Tabladilla
veo de los portales 
salir ya a las niñas.
Que si llego tarde, 
que qué hago así vestida,
que corra, que no llegamos 
a la feria de Sevilla.

Mi traje está arrugado,no encuentro la flor, 
los flecos del mantoncillo enredados.
No paran de llamarme, no me dejan ni arreglarme.
Suena el telefonillo “illa si no bajas yo me piro”

Desesperada abro la nevera,
al fondo fría una cerveza.
Sonrisa de oreja a oreja.
Teléfono en mano,
id yendo, ya os alcanzo.
Subo a la azotea, 
sin prisas por la escalera,
de fondo, canciones rocieras.
El Guadalquivir, Sevilla entera,
la puesta de sol, todo eso me rodea.
Me siento grande y a la vez pequeña,
fuerte y a la vez sin fuerzas.

Sentimientos, contradicciones 
suceden en mi cabeza.
Mis preocupaciones cesan 
dándole un trago a la cerveza,
Y así, todo bajo mis pies, 
sentada en lo alto del muro,

me dejé sentir por un instante, 
la reina del mundo. 

MG

Escrito e inspirado en la siempre dulce alegría de Carmen Osborne González- Fabrés

martes, 9 de febrero de 2016

Libertad para desobedecer



Recuerdo aquellas noches de verano, envueltos en mantas, tirados en el césped húmedo y sintiendo cómo las estrellas nos cautivaban haciéndonos sentir maravillosamente insignificantes. 
Recuerdo las historias de miedo, aquellas que empezaban con un “Esto pasó de verdad” eran sin duda las mejores. Porque nos encantaba estar así, sintiendo el frío y como cada uno de los poros de nuestra piel se erizaba con las ideas de nuestras mentes perturbadas, imaginando a un loco asesino saliendo de entre la oscuridad para matarnos de forma lenta y dolorosa.


Y en el fondo nos encantaba. Amábamos esa sensación de alerta y exaltación donde el mundo real se desvanecía. Te confesaré algo, es cierto que éramos adictos a la adrenalina, pero lo que realmente disfrutábamos era pasar miedo juntos, porque de esa absurda manera impedíamos sentirnos solos. 
Porque el loco asesino era un payaso al lado de la sensación de soledad. 
Y es por ese motivo por el que renunciamos a ser nosotros mismos, nos repetimos una y otra vez “ Si soy como los demás, si no tengo pensamientos o sentimientos que me hagan diferente, si me adapto a las costumbres, a las ropas, a las ideas y al patrón de grupo, estoy salvado; salvado de la temible experiencia de la soledad”(*)



Nos lo hemos repetido tantas veces que incluso nos lo hemos llegado a creer con fuerza.


A pesar de ello, unos pocos se niegan a seguir el patrón, y es que el bien y mal no existen si no hay libertad para desobedecer. (*)

MG
(*) Erich Fromm

lunes, 8 de febrero de 2016

Existir viviendo


Existir viviendo

Un día me di cuenta que cualquier día podía morir 

- así, zas, sin previo aviso- 
Lo extraño fue que no tuve miedo al pensarlo, 
al contrario, me sentí más viva que nunca.
Supongo que dejé de simplemente existir 
y comencé a existir viviendo.




MG





jueves, 4 de febrero de 2016

Flota conmigo


Tumbado sobre los latidos de su pecho,
ese sonido que me tiene preso


Yo te hablo, 
de esa frescura que la envuelve 
cuando pierde la mirada 
y torna los ojos al cielo, 
cuando se eriza, 
cuando brotan sus mejillas 
y se encienden 
y todo se vuelve etéreo. 



Cuando siente 
como el placer se vierte 
por cada vaso 
que dibuja su piel de seda. 
Ahí justo me quedo con ella, 
tumbado,
sobre los latidos de su pecho, 
ese sonido que me tiene preso, 
y dejo que la realidad se acelere 
mientras recobra el aliento 
y el mundo vuelve 
encajando el ritmo constante 
de sus ventrículos.


La gravedad nos aplasta de nuevo, 
cuerpos pesados y fríos, 
aunque en el eco de mis sentidos 
resuena la sensación de haber flotado.





De haber flotado contigo.



MG